1.10—Ratas alimentadas con soya Roundup Ready – no afectó hígado


Las células del hígado de ratones alimentados con soya Roundup eran normales.

Vease alegatos falsos de La Ruleta Genética al final de la página.

Análisis de la comunidad experta científica

La Ruleta Genética alega que estos estudios (Secciones 1.10-1.12) demuestran la cantidad de posibles efectos secundarios por ingerir soya GM. El problema es que los estudios contradicen una gran cantidad de la literatura publicada. ¿Entonces, a cuál estudio le creemos? La respuesta a esa pregunta resulta ser bastante fácil. Los autores no dan suficiente información para que alguien pueda repetir sus estudios. No pueden medir la cantidad que cada grupo comió ni medir el contenido alimenticio de los isoflavonas que podrían influenciar los niveles de enzima y causar cambios en las células. No alimentan las ratas con distintos niveles de soya con el fin de buscar respuestas a las dosis. No miden suficientes muestras y las muestras no son suficientemente distintas para que los cambios alegados tengan un significado real o biológico. Aunque Smith no le informa al lector, parece saberlo ya que concluye después de cada estudio que es necesario realizar más investigaciones al respecto. De nuevo, Smith se basa en una ciencia mal hecha como el estándar de oro y evita presentarle al lector una amplia base de literatura científica pertinente.

1. Hay una serie de estudios basados en el mismo modelo experimental.

Estos investigadores publicaron por lo menos 6 estudios (Las secciones 1.10-1.12 de la Ruleta Genética se refiere a 3 de los 6 ensayos entre el 2002-2006). Los estudios observaron niveles variados de tejido y enzimas en ratones alimentados con semillas de soya GM o semillas de soya convencionales – La soya utilizada en la dieta fue lo que los autores denominan como semillas de soya tolerante al 14% de herbicida o semillas de soya “salvaje”.  Los informes nunca identifican la  variedad de la  soya ni hacen un análisis químico de la dieta reportada. Hasta cabe la posibilidad de que los científicos hayan criado y congelado un grupo de animales para luego examinar el tejido y encontrar cualquier efecto posible que se pudiera atribuir a la semilla de soya GM.  El consumo de cada ratón no se reportó. Como consecuencia, no tenemos como saber si los ratones se expusieron a dietas similares. Los protocolos internacionales  aceptados para la realización de estudios con animales están disponibles y detallan como se deben preparar y analizar los materiales del estudio (Marshall, 2007; ILSI 2003, ILSI, 2007).

2. El nivel de isoflavonas en la dieta no se calculó.

Esto es esencial debido a que todos los efectos calculados en esta serie de ensayos probablemente fueron causados por diferencias en el contenido de isoflavona. Estos tipos de cambios están bien documentados en la  literatura científica – algo que Smith parece obviar. (Brown y Setchell, 2001, Thigpen et al 2004).

3. Un análisis crítico demuestra que no hay diferencias estadísticas o biológicas.

Además de la carencia de información sobre el consumo, comparabilidad de las dietas y exposición a isoflavonas, estos estudios tienen un problema fundamental. Un análisis estadístico basado en la cantidad de animales y la magnitud de los cambios revelan que no hay cambios estadísticamente distintos o biológicamente significativos observados en los estudios.

4. Se han publicado decenas de estudios con animales comprobando la inocuidad de la soya Roundup Ready.

Los autores de los estudios no mencionan los efectos potencialmente negativos a la salud y solamente concluyen que es necesario realizar más investigaciones al respecto, lo que ya se ha hecho. Decenas de estudios con animales han demostrado que el consumo de cultivos GM no causa efectos secundarios en animales. Además, después de 12 años de alimentar animales a nivel mundial con cultivos GM, no ha habido efectos negativos (Marshall, 2007; Flachowsky et al, 2005, Flachowsky et al., 2007).

También vease 1.14—La soya Roundup Ready aparece como inocua en otro estudio sobre la soya citado por Smith, en el que los datos de los animales fueron insignificantes debido a un mal diseño y ejecución del experimento.

Referencias

Brown NM and Setchell KDR (2001). Animal models impacted by phytoestrogens in commercial chow: implications for pathways influenced by hormones. Laboratory Investigation 81:735–747.

Cromwell G, ILSI (2003). Best practices for the conduct of animal studies to evaluate crops genetically modified for input traits. International Life Sciences Institute International. Washington, DC. www.ilsi.org/NR/rdonlyres/4A2F7C13-B4AA-4BC9-AEDE- 696B4B72E3C4/0/BestPracticesGuidelines.pdf

Flechowsky G, Aulrich K, Bohme H, Halle I (2007). Studies on feeds from genetically modified plants (GMP) – Contributions to nutritional and safety assessment. Feed Science and Technology. 133: 2-30.

Flachowsky G, Chesson A, Aulrich K (2005). Animal nutritional with feeds from genetically modified plants. Arch. Anim. Nutr. 59, 1–40.

Brown NM and Setchell KDR (2001). Animal models impacted by phytoestrogens in commercial chow: implications for pathways influenced by hormones. Laboratory Investigation 81:735–747.

Hartnell GF, ILSI, 2007. Best practices for the conduct of animal studies to evaluate crops genetically modified for output traits. International Life Sciences Institute International. Washington, DC. www.ilsi.org/NR/rdonlyres/D84A9349-AC08-4CA2-BAC8-B79EBE92FC41/0/OutPutTraitsFinalforWeb.pdf.

Marshall A (2007). GM soybeans and health safety—a controversy reexamined Nature Biotech. 25:981-987.

Cromwell G, ILSI, 2003. Best practices for the conduct of animal studies to evaluate crops genetically modified for input traits. International Life Sciences Institute International. Washington, DC. www.ilsi.org/NR/rdonlyres/4A2F7C13-B4AA-4BC9-AEDE-696B4B72E3C4/0/BestPracticesGuidelines.pdf

Thigpen JE, Setchell KDR, Saunders HE, Haseman JK (2004). Selecting the appropriate rodent diet for endocrine disruptor research and testing studies. ILAR Journal. 45:401-416

La Ruleta Genética falsamente alega:

Los ratones alimentados con soya Roundup Ready sufrieron problemas en las células hepáticas.

1. Las células hepáticas de ratones que consumieron soya Roundup Ready demostraron cambios significativos.

2. Un núcleo con forma irregular, aumento en la cantidad de poros y otros cambios sugiere un metabolismo más elevado y patrón alterado de expresión genética.

3. Los cambios claves podrían ser en respuesta a una toxina.

4. La mayoría de los efectos desaparecieron cuando la soya GM fue eliminada de su dieta.

Alimentar los ratones con soya Roundup Ready mostró cambios en la forma y estructura de las células hepáticas y es similar al efecto de una toxina; retirar la soya GM de la dieta revirtio el efecto.