5.1—Hay muchos fragmentos de ADN en el intestino y no causan problemas


La comida ingerida contiene un amplio número de genes que se digieren y se fragmentan cuando atraviesan el canal digestivo. El ADN es una fracción diminuta de este tránsito.

Ver alegatos falsos de La Ruleta Genética al final de la página.

Análisis de la comunidad experta científica

El hecho de que los fragmentos del ADN pueden sobrevivir por un tiempo limitado en el tracto intestinal es un concepto que  Jeffrey Smith utiliza para argumentar la posibilidad de la transferencia génica de alimentos GM sea a los órganos internos o a la bacteria intestinal. Esta preocupación se basa en el concepto errado de que el ADN y lo genes son sinónimos.  Un corto fragmento de ADN no es un gen funcional y, en ningún momento, se transfieren genes a la bacteria de los intestinos, tejidos u órganos, a través de los alimentos, sean alimentos transgénicos o convencionales. El ADN ingerido se degrada rápidamente por varias enzimas digestivas – primero a pequeños fragmentos de ADN de distintos tamaños y luego a los bloques estructurales del ADN de azúcar nitrogenada. Los fragmentos de ADN se absorben por el cuerpo o bacteria intestinal. Sin embargo, estos fragmentos no son genes funcionales si no como las palabras de una larga oración. No hay ninguna diferencia entre una pequeña  cantidad de ADN adicional insertada en una planta por la ingeniería genética y la gran cantidad de ADN que ya existe en la planta actual.

Por consecuencia, los seres humanos siempre han estado expuestos a fragmentos de ADN en sus intestinos. No se han identificado efectos peligrosos y no hay evidencia que este ADN afecta las células germinales.

1. Las investigaciones científicas mencionadas en La Ruleta Genética no detectan genes, si no fragmentos de genes que no pueden funcionar como genes.

Un fragmento de un gen no puede conferir las características del gen completo y sus rasgos asociados. No se puede formar una proteína sin un promotor funcional. Un fragmento de un gen no puede conferir la capacidad de producir la proteína completa asociada con un gen completo. Smith intercambia las palabras “genes” y “ADN” para que parezca que los genes enteros se insertan. La dieta humana tiene muchos fragmentos de ADN del tamaño de un gen. Pero el ingerir estos genes y fragmentos de genes nunca ha sido dañino para los seres humanos porque hemos evolucionado para sobrevivir el reto cotidiano que representa la ingestión de alimentos.

2. Smith engaña a los lectores con respecto a la sobrevivencia de transgenes completos en el intestino de los seres humanos voluntarios.

Smith se refiere a un artículo científico y lo interpreta de una manera errónea. Según Smith, un estudio de alimentos en humanos detectó la sobrevivencia de  transgenes en el intestino. Pero esta conclusión no se comprobó al medir un pequeño fragmento del gen completo (Martin-Orue et al. 2002; Netherwood et al. 2004). Smith, simplemente esta representando erróneamente lo que el artículo científico dice.

3. Ningún transgen funcional ha sido detectado movilizándose de la manera que afirma Smith.

 No hay informes disponibles en la literatura científica que demuestra que un gen funcional se haya transferido desde una planta transgénica (Hohlweg y Doerfler 2001; Thomson 2001). Lo más preocupante es que las  Secciones (5.4 y 5.6) de La Ruleta Genética fabrican dicha evidencia.

4. Los alimentos contienen cantidades masivas de otros genes además del transgen y siempre ha tenido mucho ADN.

Los escenarios del movimiento de un fragmento de gen, tal como presenta La Ruleta Genética también se aplican al ADN de otros alimentos y es parte de la historia de la ingestión de alimentos por humanos. Hace millones de años, el intestino humano de nuestros  antepasados había estado expuesto a fragmentos genéticos sin digerir, sin que causara ningún daño identificable. Smith no presenta los  riesgos similares que presenta el ADN de plantas que no son transgénicas, abundan en el intestino y se absorben por el bazo e hígado (Hohlweg y Doerfler 2001). Smith ignora las fuentes actuales de ADN que representan un peligro en los alimentos convencionales y la evidencia disponible que demuestra su inocuidad en el pasado (Beever y Kemp 2000; Carver y Walker 1995; Hohlweg y Doerfler 2001; Doerfler et al. 2001; van den Eede et al. 2004).

Vease también

5.4 No se ha demostrado la transferencia de transgenes completos a bacteria en el intestino humano.

Referencias:

Beever D and Kemp C (2000). Safety issues associated with the DNA in animal feed derived from genetically modified crops. A review of scientific and regulatory procedures. Nutritional Abstract Reviews Series B: Livestock Feeds and Feeding 70:175–182.

Carver J and Walker WA (1995). The role of nucleotides in human nutrition. The Journal of Nutritional Biochemistry 6: 58-72. Información sobre ARN, ADN en los alimentos y digestión.

Doerfler W, Hohlweg U, Mueller K, Remus R, Heller H and Hertx J (2001). Review: Foreign DNA integration–perturbations of the genome–oncogenesis. Ann N Y Acad Sci. 945:276-88.

Hohlweg U and Doerfler W (2001). On the fate of plant or other foreign genes upon the uptake in food or after intramuscular injection in mice. Mol Genet Genomics. 265(2):225-33.  ADN de plantas no-transgénicas persiste en el intestine. Los fragmentos se absorben en el bazo e hígados de los animales que los consumen. Pero no hay evidencia para la expresión de genes que se absorbieron se ingirieron en la dieta. Las pruebas para la aparición de este ADN en la progenie a lo largo de ocho generaciones fueron negativas desafortunadamente. La conclusión es que el ADN no entra a la línea germinal.

Netherwood T, Martín-Orúe SM, O’Donnell AG, Gockling S, Graham J, Mathers JC and Gilbert HJ (2 004). Assessing the survival of transgenic plant DNA in the human gastrointestinal tract. Nature Biotechnology 22(2):204-209. Estudios de los movimientos de fragmentos de genes de la digestión alimentaria en el intestino de voluntarios humanos.

Thomson J (2001). Horizontal transfer of DNA from GM crops to bacteria and to mammalian cells. Journal of Food Science 66(2), 188-193.

Van den Eede G, Aarts H, Buh H-J, Corthier G, Flint HJ, Hammes W, Jacobsen B, Midtvedt T, van der Vossen J, von Wright A, Wackernagel W and Wilcks A. van den Eede G et al. (2004). The relevance of gene transfer to the safety of food and feed derived from genetically modified (GM) plants. Food and Chemical Toxicology 42:1127–1156

La Ruleta Genética falsamente alega:

A pesar de los argumentos de la industria de la biotecnología, los transgenes sobreviven en el sistema digestivo y pueden deambular.

1. Los defensores de la industria abogan que se destruyen genes durante el proceso de digestión de alimentos y que por ende, concluyen que la transferencia de los genes a la bacteria del intestino u órganos es prácticamente imposible.

2. Los estudios ahora verifican que los genes pueden sobrevivir a la digestión en humanos y animales.

3. Los estudios de animales sobre ADN no GM también verificó que este puede atravesar la placenta, el canal digestivo, entrar a la sangre y los órganos hasta penetrar la barrera hematoencefálica.

La Ruleta Genética discute como pruebas sensibles pueden detector fragmentos de genes de los alimentos digeridos que no se encuentran en sus ubicaciones originales