6.2—Nuevos cultivos tolerantes a herbicidas ayudan al ambiente y reducen el impacto agrícola


Nuevos cultivos tolerantes a herbicidas promueven la agricultura amigable para el ambiente sin arado y ha cambiado la metodología de un uso de herbicidas a químicos más adecuados.

Vease alegatos falsos de la Ruleta Genética al final de la página.

Análisis de la comunidad experta científica

La inocuidad de herbicidas tiene poco que ver con la inocuidad de la ingeniería genética y muchos cultivos tolerantes a herbicidas – e.g. cultivos tolerantes a atrazine e imidazolidone – los cuales no fueron desarrollados por medio de la ingeniería genética. El canola no-GM tolerante al herbicida atrazine, por ejemplo, se ha utilizado ampliamente aunque el atrazine se prohíbe in algunos países. La inocuidad de los herbicidas está relacionada con las practicas agricolas y no con la tecnología.  Los cultivos convencionales tolerantes a herbicidas también plantean asuntos de inocuidad al igual que los cultivos GM.

A nivel global, no ha habido ningún aumento significativo en la cantidad total de uso de herbicidas que se pueda atribuir a los cultivos genéticamente diseñados. En algunos cultivos (algodón y canola), la tecnología GM ha conllevado a un uso significativamente reducido (13%) del uso de herbicidas, medido como un ingrediente activo aplicado por hectárea. Más importante aún, los cultivos transgénicos han causado que los herbicidas tengan un impacto ambiental menor. Los cultivos GM han causado una reducción del 14% en el impacto ambiental a nivel mundial (Brooks, Barfoot 2007). En los EEUU, informes del gobierno EEUU demuestran una reducción en la tendencia con respecto a las aplicaciones de herbicida en maíz desde 1995-2002 y las aplicaciones de herbicida en algodón desde 1995-2001 (Fernandez-Maízejo y Caswell 2006). La Ruleta Genética está desactualizada con respecto a las tendencias y estadísticas sobre el uso de herbicidas.

El nuevo uso que ahora se le da a los herbicidas y que ha surgido con los cultivos transgénicos es aspersión pos-cultivo con glifosato, el componente activo de herbicida Roundup Ready para controlar maleza. El glifosato es muy seguro y no es tóxico para los humanos ni se filtra fácilmente en los arroyos o ríos. Los cultivos tolerantes al glifosato podrían brindar beneficios de inocuidad y ambientales que  La Ruleta Genética no reconoce. Dichos cultivos han resultado en la adopción de agricultura sin arado en Sur y Norte América, ahorro en suelo, agua, diesel, escorrentía de herbicida y emisiones de carbono. El uso reducido de  otros herbicidas, tales como, imazetapir, clorimuron, pendimetalin y trifluralina en semillas de soya, por ejemplo, (CASTS 2004), hecho posible por variedades de semilla de soya tolerantes al glifasato transgénico, reduce los posibles riesgos a la salud como consecuencia de la contaminación por herbicidas.

1. Los herbicidas varían con respecto a sus impactos potenciales sobre el ambiente y la salud.

No todos los herbicidas son iguales. En términos de efectos potenciales a la salud, no solo se trata de la cantidad de residuos químicos de herbicida presentes en el suelo o cultivos, si no el efecto que el herbicida podría tener en los sistemas de vida. Los efectos biológicos se pueden clasificar al evaluar el cociente de impacto ambiental o EIQ (Environmental Impact Quotient) de los distintos herbicidas. Un EIQ bajo quiere decir que es un herbicida más inocuo (Brooks y  Barfoot 2006; Brooks y Barfoot 2007; Crossan y Kennnedy 2004; Devos et al. 2008; Kovach et al. 1992).

2. La ingeniería genética permite más opciones de herbicidas que son más seguros.

Los herbicidas son una parte importante de la agricultura productiva y sostenible. El uso de herbicidas puede mejorar el rendimiento de alimentos, reducir la mano de obra, uso de combustible, minimizar pérdida y erosión del suelo, reducir filtración a los mantos acuíferos y aumentar la acumulación de carbono en el suelo al introducir agricultura sin arado y otras prácticas de arado orientadas a conservar el ambiente (Fernandez-Maízejo, Caswell 2006; Devos Y et al. 2008). Los cultivos convencionales suelen restringir el rango de herbicidas que pueden ser utilizados por agricultores y muchas veces la única opción son las herbicidas con EIQs más elevados.

3. La biotecnología no ha aumentado los riesgos a la salud por residuos de herbicida en los alimentos

El glifosato es, sin duda, el herbicida menos tóxico que se conoce con un EIQ (Environmental Impact Quotient (Cociente de Impacto Ambiental)) muy bajo. El glifosato rápidamente se convierte a productos residuales no-activos por parte de los microbios y lo hace no-persistente. Uno de los productos residuales del glifosato es AMPA, mencionado por Smith. Pero Smith omite mencionar que AMPA solo está presente en cantidades traza en alimentos y que se considera carente de significado toxicológico (OECD 1999). Ni el glifosato ni su producto residual AMPA se absorbe en el intestino, ni se bioacumulan por ningún tejido del cuerpo. Su inocuidad se ha comprobado extensamente en ensayos de alimentación con roedores (Williams et al. 2000). Tal como suele ser el caso en La Ruleta Genética, estas pruebas de inocuidad no se mencionan aunque están incluidas en los ensayos que cita Smith. Smith no informa al lector sobre la información que se maneja acerca la inocuidad del glifosato y AMP.  El uso del glifosato con cultivos transgénicos ha llegado a desplazar otros herbicidas, tales como  imazetapir, clorimuron, pendimetalin y trifluralina en la agricultura, reduciendo la posibilidad de que estos herbicidas estén presentes en cantidades traza en los alimentos. La Ruleta Genética no fundamenta sus alegaciones de que los cultivos transgénicos han aumentado la contaminación de los alimentos por herbicida ni brinda evidencia con medidas específicas de herbicida. Smith solo presenta especulaciones equivocadas.

4. Los cultivos tolerantes a glifosato minimizan la escorrentía de herbecida a los sistemas acuíferos.

El herbicida de glifosato tiene varias ventajas con respecto a los riesgos de contaminación química en el suministro de agua. El glifosato se absorbe con facilidad en el suelo y no se moviliza con el agua de suelo. El glifosato se metaboliza rápidamente en sub-productos inocuos por los agentes microbianos del suelo y, por ende, no es persistente en los ecosistemas. Además de su bajo nivel de toxicidad, es decir, los ecosistemas acuáticos son menos afectados por el uso de glifosato en la agricultura que por el uso de otros herbicidas (Crossan y Kennedy 2004; CAST 2002). La tolerancia al glufosinato también brinda más inocuidad para los ecosistemas acuíferos – el otro rasgo principal de herbicidas con cultivos transgénicos. La Ruleta Genética no discute las ventajas ambientales del glifosato y glufosinato aunque están muy bien documentados.

5. Semillas de soya tolerantes a herbicidas no tienen niveles de fitoestrógenos alterados.

 Smith alega que las semillas de soya tolerantes a herbicida tienen niveles más bajos de isoflavona que las semillas de soya convencionales y cita un grupo que favorece es uso de remedios naturales para combatir enfermedades. Lo extraño es que Smith no toma en cuenta otro ensayo que cita (Duke et al. 2003) de una prestigios publicación científica, el cual explica que no hay ninguna diferencia entre las variedades transgénicas y no-transgénicas y este ensayo también cita otros estudios que concluyen lo mismo (Taylor et al. 1999). Hay una explicación para la diferencia entre las opiniones de Smith y las explicaciones en la literatura científica – las condiciones ambientales podrían causar el aumento o reducción dramática de isoflavonas. Smith no ha tomado las precauciones necesarias y no toma en cuenta el rango completo de condiciones que podrían afectar el consumo de alimentos. Smith ignora la evidencia presentada en los artículos que cita, los cuales contradicen sus afirmaciones.

Referencias

Brooks G, Barfoot P (2006). Global impact of biotech crops: Socio-economic and environmental effects in the first ten years of commercial use. AgBioForum, 9(3): 139-151.

Brookes G, Barfoot P (2007). Global impact of biotech crops: Socio-economic and environmental effects, 1996-2006. AgBioForum, 11: 21-38. Available on the World WideWeb: www.agbioforum.org/ CAST (2002). Comparative Environmental Impacts of Biotechnology-derived and Traditional Soybean, Maíz, and Cotton Crops. Council for Agricultural Science and Technology, Carpenter, J., A. Felsot, T. Goode, M. Hammig, D.Onstad, and S. Sankula.

Ames, Iowa. www.cast-science.org. Sponsored by the United Soybean Board. www.unitedsoybean.org. Thus, soil behavioral characteristics of glyphosate make it an environmentally favorable herbicide compared to the available conventional herbicide options in soybean. Water quality would be significantly improved with the use of glyphosate in glyphosate tolerant soybean because of its tight and rapid soil absorption, rapid degradation by microorganisms, and significantly lower half-life compared to competing soybean herbicides.

Crossan A and Kennedy I (2004). University of Sydney report: A Snapshot of Roundup Ready® Cotton in Australia – Are there environmental benefits from the rapid adoption of Roundup Ready cotton in Australia www.seedquest.com/News/releases/2004/august/9487.htm accessed Jan 14 2009

Devos et al. (2008). Environmental impact of herbicide regimes used with genetically modified herbicide-resistant maize. Transgenic Res (2008) 17:1059–1077DOI 10.1007/s11248-008-9181-8 Results showed that the environmental impact of herbicide regimes solely relying on the active ingredients glyphosate (GLY) or glufosinate-ammonium(GLU) is lower than that of herbicide regimes applied in non-GMHR maize. Due to the lower potential of GLY and GLU to contaminate ground water and their lower acute toxicity to aquatic organisms, the POCER excedence factor values for the environment were reduced approximately by a sixth when GLYor GLU is used alone.

Duke SO et al. (2003). Isoflavona, glyphosate, and aminomethylphosphonic acid levels in seeds of glyphosate-treated, glyphosate-resistant soybean. J. Agric. Food Chem., 2003, 51 (1), 340-344

Fernandez-Maízejo J, Caswell M (2006). The First Decade of Genetically Engineered Crops in the United States, USDA-ERS. Economic Information Bulletin Number 11. Adoption of GE crops is associated with reduced pesticide use.

Kovach J, Petzoldt C, Degni J, and Tette J (1992). A method to measure the environmental impact of pesticides. New York’s Food and Life Sciences Bulletin. Geneva, NY: NYS Agricultural Experiment Station, Maízell University. Available on the World Wide Web: hdl.handle.net/1813/5203 accessed Jan 15 2009.

Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) (1999). Consensus Document on General Information Concerning the Genes and Their Enzymes That Confer Tolerance to Glyphosate Herbicide. Series on Harmonization of Regulatory Oversight in Biotechnology, No. 10, OECD

Environment Directorate, Paris. www.oecd.org/ehs/public.htm

Sandermann H (2006). Plant biotechnology: ecological case studies on herbicide resistance. Trends in Plant Science Vol.11 No.7 July 2006

Taylor N B et al. (1999). Compositional analysis of glyphosate-tolerant soybeans treated with glyphosate. J. Agric. Food Chem. 1999, 47, 4469-4473.Herbicide treated soybeans do not different isoflavona content.

Fernandez-Maízejo J, Caswell M (2006). The First Decade of Genetically Engineered Crops in the United States, USDA-ERS. Economic Information Bulletin Number 11. La adopción de cultivos genéticamente modificados está asociada con el uso reducido de plaguicidas. Las tasas de uso de plaguicida (en términos del ingrediente activo) en maíz y semillas de soya se ha reducido desde la introducción de maíz y semillas de soya genéticamente modificados en el 1996 (Fig. 8). Además, la investigación ERS sugiere que el uso de plaguicidas se redujo con el aumento en los cultivos GM al controlar otros factores y que la adopción de cultivos GM  (algodón Bt y Ht, maíz Ht y soya Ht combinada, utilizando datos de 1997-1998), también resultó en una reducción significativa de exposición potencial a plaguicidas (Fernandez-Maízejo y McBride, 2002). El uso general de plaguicidas en maíz, semillas de soya y algodón se redujo por 2,5 millones de libras, a pesar de un leve aumento en la cantidad de herbicidas aplicada a semillas de soya. Además, el glifosato usado en cultivos Ht tiene una toxicidad de menos de un-tercio para los humanos, sin probabilidad de persistir en el ambient como el herbicida que reemplaza (Fernandez-Maízejo and McBride, 2002).

Williams GM, Kroes R, Munro IC (2000). Safety evaluation and risk assessment of the herbicide Roundup and its active ingredient, glyphosate for humans. Regul Toxicol Pharmacol 31:117–165.

“La absorción oral de glifosato en AMPA es muy bajo y ambos materiales se eliminan esencialmente sin haberse metabolizado. Los estudios de penetración dérmica con Roundup demostraron muy poca absorción. La evidencia comprobada en experimentos demuestran que ni el glifosato ni el AMPA se bioacumula en ningún tejido animal. No hubo toxicidad significativa en los estudios agudos, subcrónicos y crónicos.”

La Ruleta Genética falsamente alega:

Los cultivos tolerantes a herbicida aumentan el uso de herbicidas y residuos de los mismos en los alimentos.

1. Los cultivos tolerantes a herbicida aumentan el uso de herbicidas asociados.

2. Un aumento en los residuos presentes en los cultivos puede promover los efectos tóxicos de estos químicos en humanos, animales y su cría.

3. Un aumento en el uso de herbicidas puede también alterar el contenido nutritivo, tal como flavonoides, haciendo que los cultivos GM tengan menos nutrientes.

4. El desarrollo acelerado de maleza resistente a herbicida ha resultado en un aumento en el uso de variedades de herbicidas aun más tóxicas.

Los cultivos tolerantes a herbicida crean problemas de salud como consecuencia de mayor contaminación química.